
Las dinastías modernas
Los Trastámara, los Austrias Mayores y los Austrias Menores
Humanismo y Renacimiento
La monarquía autoritaria
En Europa, de los siglos XV a XVI, se produjo un proceso de unificación territorial y centralización del poder en manos de los reyes, dejando de lado el sistema feudal medieval. Con esto se formaron las monarquías autoritarias, que sentaron las bases del Estado moderno.
Los monarcas unificaron territorios por medio de guerras o matrimonios concertados. Un ejemplo fue la monarquía hispánica, iniciada tras el matrimonio de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, ambos de la dinastía Trastámara) en el año 1469. Sus herederos, Carlos I y Felipe II, convirtieron la monarquía hispánica en el Estado más poderoso de Europa del siglo XVI.
La centralización del poder
Los monarcas, al concentrar ellos todos los poderes, necesitaron de tres instrumentos para consolidar su autoridad en un Estado cada vez más extenso. Estos fueron:
- Burocracia: funcionarios internos al reino que realizaban una serie de actividades en nombre del rey (acuñar moneda, cobrar impuestos, administrar justicia...).
- Ejército permanente: soldados profesionales al servicio del rey que eran pagados por medio de la soldada.
- Diplomacia: embajadores que facilitaban las relaciones con otros reinos en las cortes extranjeras, aunque no evitaban las guerras.
Un nuevo pensamiento
El Humanismo fue un movimiento de renovación intelectual que surgió en el norte de Italia y Flandes entre los siglos XV y XVI. Se caracterizó por:
- Revalorización del ser humano: el hombre pasó a considerarse el centro del mundo (antropocentrismo), superando el teocentrismo medieval (Dios centro del mundo). Además, Dios pasó de considerarse un juez severo a un padre misericordioso.
- Recuperación de la Antigüedad Clásica: se recuperaron obras de la Antigüedad y se valoró el arte y la cultura como un placer y no como un elemento de la religión.
- Diferenciación entre la fe religiosa y el saber: el conocimiento se basó en un método científico y no en creencias dogmáticas.
Los humanistas
Algunas personas que reflejaron los ideales del Humanismo y contribuyeron al desarrollo científico y técnico fueron: Leonardo da Vinci, Erasmo de Róterdam, Nicolás Copérnico, Miguel Servet y Andreas Vesalio. Además, la imprenta, inventada por Johannes Gutemberg en el siglo XV, favoreció la difusión de las ideas de los humanistas.
La ruptura de la unidad de la Iglesia
Durante la Edad Moderna la Iglesia Católica se degradó. La ostentación y abuso de las indulgencias, la recitación de textos en latín que no entendían, etc, hizo que, a partir del siglo XV, diversos humanistas cristianos rompieran con la unidad de la Iglesia, creando otras nuevas llamadas protestantes. Las tres que surgieron son:
- Luterana: creada por el monje alemán Martín Lutero en el año 1517. Escribió 95 tesis en las que cuestionaba, entre otros temas, las indulgencias papales. Se extendió por Alemania, Noruega y Suecia.
- Calvinista: creada por Juan Calvino en el siglo XV. Defendió las ideas de Lutero y, al tener que exiliarse a Ginebra, radicalizó su postura. Se extendió por Suiza, Escocia y los Países Bajos.
- Anglicana: creada por el rey Enrique VIII en el año 1534. Lo hizo al no recibir la nulidad matrimonial que había pedido al papa. Se extendió por Inglaterra.
El Renacimiento, un nuevo estilo artístico
El Renacimiento surgió en ciudades italianas como Florencia o Roma. En este se distinguen dos grandes etapas, el Quattrocento (siglo XV) y el Cinquecento (siglo XVI), que comparten una característica muy importante: refleja la manera de pensar humanista.
Los artistas y mecenas
Los artistas fueron reconocidos socialmente y eran considerados genios. Muchos eran polifacéticos, es decir, dominaban muchas materias. Los más destacados fueron Leonardo da Vinci (Quattrocento) y Miguel Ángel Buonarroti (Cinquecento). Los mecenas eran nobles, príncipes y ricos burgueses que pagaban y protegían el trabajo de los artistas. Los más destacados fueron la familia Medici en Florencia y los papas en Roma.
La arquitectura, escultura y pintura
Las características más relevantes de cada una de las manifestaciones del Renacimiento, semejantes a las de la Antigüedad Clásica, son:
- Arquitectura: arco de medio punto, cúpulas, columnas con capiteles corintios (hojas de acanto), proporcionalidad, horizontalidad, armonía y simplicidad.
- Escultura: formas grecorromanas, ideal de belleza, proporciones, temática variada (religiosa, mitológica, retratos, …), diversos géneros (estatuas exentas, bustos, relieves, …) y distintos materiales (mármol, piedra, bronce, …).
- Pintura: belleza idealizada, perfección técnica, composiciones elaboradas, nuevos temas pictóricos (mitología, naturaleza, retratos, vida cotidiana, ...) y nuevas técnicas pictóricas (perspectiva, sfumato y escorzo).
Arquitectura
Basílica de Santa María Novella.
Escultura
La Piedad de Miguel Ángel Buonarroti.
Pintura
La Escuela de Atenas de Rafael Sanzio, San Juan Bautista predicando en el desierto de Raphael Mengs y Llanto sobre Cristo muerto de Andrea Mantegna.
Los descubrimientos geográficos
Las causas de las exploraciones
Las grandes exploraciones estuvieron motivadas por:
- Búsqueda de nuevas rutas comerciales: el comercio con Asia se hacía desde el Mediterráneo, pero había sido bloqueado por los turcos, así que se buscaron rutas alternativas por el Atlántico.
- Mejoras en la navegación: se usó la brújula, el astrolabio, los mapas y los portulanos, y se construyeron naves más apropiadas, como las carabelas.
- Mentalidad humanista: se confiaba en las capacidades del ser humano.
Las dos grandes rutas comerciales
Portugal y Castilla disponían de una posición estratégica para poder navegar por el Atlántico. Promovieron dos rutas comerciales hacia las Indias. Estas fueron:
- Portugal: bordeando la costa africana.
- Castilla: basándose en que la Tierra era redonda, navegaban hacia el Oeste. Llegaron a un continente nuevo, América.
Las consecuencias de los descubrimientos
Estas exploraciones y descubrimientos transformaron la visión que se tenía del mundo:
- Se demostró la esfericidad de la Tierra.
- Se inició una tarea civilizadora por parte de los europeos.
- Se crearon grandes imperios coloniales. En el caso de las monarquías hispánicas y portuguesa, se fijó una división del mundo con el Tratado de Tordesillas (1494).
- El Atlántico desplazó al Mediterráneo como centro del comercio internacional. Florecieron ciudades como Sevilla, Lisboa y Amberes.
La conquista del Nuevo Mundo
Los territorios que se conquistaba en América pasaban a formar parte de la Corona de Castilla porque Isabel I de Castilla era quien había sufragado los gastos de Cristóbal Colón para que llegase allí. Inicialmente, los conquistadores se asentaron en Antillas y América Central, donde fundaron ciudades, enclaves comerciales y explotaciones mineras y agrícolas. Sin embargo, hubo una rápida pérdida de población indígena por las enfermedades y las condiciones de trabajo que hizo descender la producción agrícola y de los metales preciosos. Además, los españoles tenían dificultades para adaptarse al clima. Todo esto incentivó la exploración del resto del continente, buscando lugares habitados, con recursos y un clima más benigno. Se quedó una gran parte del continente sin explorar.
Los métodos e instrumentos de conquista
Las Indias o América
Las conquistas de México y Perú
- La conquista de México: el hidalgo extremeño Hernán Cortés llegó a México en el 1519 y fundó la ciudad de Veracruz. Allí se encontró con los aztecas, que tenían sometidos a otros pueblos, con los que se alió Cortés para conquistar la capital Tenochtitlan y capturar al emperador Moctezuma. Los aztecas se sublevaron y expulsaron a los españoles. Cortés reconquistó la capital en el año 1521.
- La conquista de Perú: Francisco Pizarro, otro extremeño, dirigió la conquista del Imperio Inca con la ayuda de Diego de Almagro. Pizarro conquistó la capital Cuzco en 1533 y ejecutó el emperador Atahualpa. Sin embargo, las diferencias entre Pizarro y Almagro acabaron en un conflicto que terminó con la muerte de ambos.
Las culturas precolombinas
Se denominan precolombinas a las civilizaciones que encontraron los españoles al llegar a América. Fueron:
- Maya: se extendió por la Península de Yucatán entre los siglos IV y XVI. A la llegada de los españoles era una civilización en decadencia. Tenían una economía basada en el cultivo del maíz, el cacao y las hortalizas y, además practicaban el comercio y la artesanía. Tenía una sociedad jerarquizada, una religión politeísta y una arquitectura basada en palacios y templos en forma de pirámides escalonadas. Una de sus ciudades más importantes es Chichén Itzá.
Azteca: se extendió por el actual México entre los siglos XII y XVI. Fue un pueblo guerrero que estaba formado por una federación de ciudades, de las cuales destacamos la capital Tenochtitlán, que fue fundada en 1325. Tenían una economía basada en el cultivo del maíz y los tributos que cobraban a los pueblos que tenía sometidos, además de la artesanía y el comercio. Poseían una sociedad jerarquizada, una religión politeísta y una arquitectura basada en palacios y templos en forma de pirámides escalonadas. Uno de sus lugares más importantes era Tenochtitlan.
Inca: se extendió por la Cordillera de los Andes entre los siglos XII y XVI. Tenía cuatro provincias y la capital era Cuzco. Tenía una economía basada en el maíz y las patatas, sistemas de regadío, llamas y alpacas, lana de calidad y el comercio con cerámica y orfebrería de oro y plata. Poseían una sociedad jerarquizada, una religión politeísta y arquitectura con grandes edificios y fortalezas de piedra. Su ciudad sagrada era Machu Picchu.
La administración colonial de América
En los territorios que los españoles iban conquistando se aplicaron las mismas leyes que en Castilla. Para poder gobernar, se crearon organismos e instituciones:
- Consejo de Indias: se encargaba del gobierno de las colonias y la elaboración de las leyes.
- Virrey: representaba al Rey en las zonas en las que se dividieron las colonias, Nueva España y Perú.
- Gobernador: dirigía las provincias en las que se dividían los virreinatos.
- Audiencias: aplicaban las leyes e impartían justicia.
- Casa de Contratación: con sede en Sevilla, regulaba y administraba el comercio y el flujo de personas con las Indias.
La explotación de las Indias
El mayor interés de los españoles era la extracción de metales preciosos, como la plata y el oro, por lo que explotaron minas como la de Zacatecas en México o la de Potosí en Bolivia. También establecieron grandes explotaciones agrícolas y ganaderas. Todo lo obtenido se enviaba a Castilla por el Atlántico, por lo que, para evitar los ataques de los piratas, se organizaron en las flotas de las Indias, donde los buques viajaban en grupo para defenderse mutuamente.
El impacto de la colonización
Los indígenas fueron considerados vasallos libres y súbditos de Castilla, aunque fueron obligados a realizar trabajos muy duros en las explotaciones mineras y en las plantaciones agrícolas. Este trabajo forzoso se desarrollará mediante la encomienda o la mitad. Los abusos que se llevaban a cabo generaron protestas de misioneros como Fray Bartolomé de las Casas, que denunció la explotación a la que se veía sometida la población indígena. A pesar de que se crearon leyes nuevas para evitar la esclavitud, la explotación de los indios se mantuvo. Además, la colonización tuvo un impacto demográfico debido a las enfermedades, las guerras y los trabajos forzosos a los que se sometían los indígenas. Por último, la presencia española dejó una herencia cultural en América, apreciable en muchos campos.
La sociedad colonial
La llegada de españoles y africanos a América derivó de en la unión entre individuos de diferentes razas, creando el mestizaje. El resultado fue una sociedad jerarquizada del desigual basada en criterios raciales. Los diferentes tipos de personas en función de su raza fueron:
- Criollos: hijos de español con española y descendientes de los conquistadores, ocupaban el escalón superior de la sociedad.
- Mestizos: hijos de españoles e indígenas, tenía en un lugar intermedio entre criollos e indios.
- Indígenas: población autóctona nacida de indios con indios que tenían los trabajos manuales, aunque había leyes que los protegían.
- Esclavos negros: población traída de África que servían de mano de obra esclava. Ninguna ley los protegía.
También encontrábamos a los zambos (unión entre indio y negro) y mulatos (hijos de blancos y negros).
La monarquía hispánica
Los Reyes Católicos y la unión dinástica
Isabel, heredera del reino de Castilla, y Fernando, heredero de la Corona de Aragón, se casaron en 1469. Isabel I de Castilla comenzó a gobernar el 1474 y Fernando II de Aragón en 1479. Este matrimonio fue una unión dinástica, es decir, no se fusionaron las coronas, cada una conservó sus fronteras, leyes e instituciones, y las conquistas se incorporaban a una u otra corona, aunque ambos participaban en las decisiones del otro y muchas veces actuaban conjuntamente.
Castilla y Aragón en 1479
El 1479 Castilla y Aragón era muy distintas:
La Corona de Castilla tenía una población de 4.500.000 habitantes, se basaba en la agricultura, la ganadería y el comercio de la lana con Europa y no se vio muy afectada por la crisis del final de la Edad Media.
La Corona de Aragón tenía menos de 1.000.000 de habitantes, estaba formada por Aragón, Cataluña y Valencia, su economía estaba orientada hacia el comercio Mediterráneo y se caracterizaba por el dominio de la burguesía urbana. Se vio afectada por la crisis del final de la Edad Media.
La monarquía hispánica
La unión dinástica de Isabel y Fernando fue el origen de la monarquía hispánica. Los Reyes Católicos, que consiguieron ese nombre al pagar un dinero al Papa Alejandro VI en 1494, sentaron las bases de un nuevo Estado moderno, reforzando su poder e imponiendo su autoridad a la nobleza y el clero. Esto funcionó en Castilla, pero no tanto en la Corona de Aragón. En 1504, al morir Isabel I, el reino de Castilla pasó su hija Juana I, casada con Felipe de Habsburgo. Sin embargo, Fernando II continuó siendo rey porque su hija estaba loca y Carlos, el hijo de Juana I de Castilla y Felipe II de Habsburgo, no podía ser todavía el rey, porque era menor de edad. Al morir Fernando II en 1516, Carlos I heredó ambas coronas.
Las nuevas instituciones del Estado moderno
Las Cortes pervivieron en ambos reinos, pero se reorganizaron o se crearon instituciones administrativas y jurídicas nuevas para reforzar el poder autoritario de los Reyes. En Castilla fueron el Consejo Real, la Real audiencia, la Santa Hermandad, el virrey y el corregidor. En la Corona de Aragón fueron el Consejo de Aragón, la Real Audiencia y los cargos de virrey y lugarteniente.
La expansión territorial de los Reyes Católicos
Los Reyes Católicos expandieron sus dominios. Los territorios conquistados se añadían a una u otra Corona.
- En 1492, el Reino de Granada. Se anexionó a la Corona de Castilla.
- En 1496, las Islas Canarias. Se anexionó a la Corona de Castilla.
- En 1512, Navarra. Se anexionó a la Corona de Castilla.
La unificación religiosa de los Reyes Católicos
Los monarcas tomaron tres decisiones importantes con respecto a la religión católica.
- En 1478 crearon el Tribunal de la Santa Inquisición para perseguir las herejías y las prácticas religiosas no cristianas.
- Obligaron a los judíos a convertirse al cristianismo y en 1492 los expulsaron de la península.
- En 1502, los mudéjares fueron obligados a bautizarse o abandonar el reino. La mayoría se convirtieron en moriscos.
La política exterior de los Reyes Católicos
Los reyes siguieron una política de alianzas matrimoniales para asegurar su presencia en Europa y acorralar a Francia, su principal adversario en el continente. Además, Fernando conquistó el Reino de Nápoles para la Corona de Aragón en 1503. En el norte de África conquistó, para Castilla, Orán y Bujía en 1509 y Argel en 1510. También se añadieron el descubrimiento y la conquista de América a partir de 1492.
El imperio de Carlos I
Carlos de Habsburgo se convirtió en el monarca más poderoso de Europa por la herencia que recibió de sus abuelos. Fue proclamado Carlos I de Castilla y de Aragón en 1516 y emperador Carlos V de Alemania en 1519. Abdicó en 1556 y dividió sus dominios entre su hijo Felipe y su hermano Fernando. Fue uno de los Austrias Mayores.
La política interior de Carlos I
Carlos I reunió por primera vez las Coronas de Castilla y de Aragón, es decir, se convirtió en el elemento de unión de los dos reinos, aunque cada uno conserva sus propias instituciones y leyes. Castilla fue el reino más influyente. Como el rey había sido educado en Flandes, se rodeó de consejeros flamencos y marginó a la nobleza castellana, lo que generó un gran descontento y provocó, en 1520, el levantamiento de las comunidades, que finalizó con la sustitución de los consejeros flamencos por castellanos. En 1520 también se produjo, en Valencia y Mallorca, la revuelta de las germanías, llevada a cabo por la pequeña burguesía, los artesanos y los campesinos, aunque fue reprimida duramente.
La política exterior de Carlos I
Carlos I quería crear un gran imperio europeo católico, lo que le llevó a emprender varias guerras.
- La monarquía francesa, su principal rival en la lucha por la hegemonía del continente.
- El Imperio turco, que estaba en expansión por el este de Europa y por el Mediterráneo. Carlos I frenó su expansión conquistando Túnez en 1535, pero perdió las siguientes ofensivas, por lo que los turcos pervivieron en el Mediterráneo.
- Los príncipes alemanes protestantes, a los que se enfrentó para defender su idea de un imperio católico, pero las batallas finalizaron con la Paz de Augsburgo en 1555, que permitió la libertad religiosa en Alemania.
Carlos I contra la monarquía francesa
Carlos I toma Túnez en manos de los turcos otomanos
La Paz de Augsburgo (1555)
La herencia de Carlos I
Carlos I heredó de sus abuelos maternos, los Reyes Católicos, las Coronas de Castilla y Aragón, además de las posiciones en América y el Mediterráneo. De sus abuelos paternos, el emperador alemán Maximiliano de Austria y María de Borgoña, heredó los Países Bajos, el Franco Condado, Luxemburgo, Austria y el derecho al trono del Imperio Germánico, por lo que se convirtió en Carlos V de Alemania en el año 1519. El conquistó el Milanesado y el Mediterráneo. En 1556 abdicó en su hijo Felipe II y dividió sus dominios entre su hijo y su hermano Fernando. A su hermano le legó Austria y el título de emperador junto con sus territorios. El resto se lo dio a Felipe.
El Imperio de Felipe II
Felipe II sucedió a su padre Carlos I en 1556 y reinó hasta su muerte en 1598. En 1580 incorporó, al territorio que había heredado, Portugal y sus colonias al morir su rey sin descendencia. El Imperio Hispánico se extendía por todo el mundo, por lo que recibía el nombre de “el imperio donde nunca se pone el sol”. Fue uno de los Austrias Mayores.
La política exterior de Felipe II
Felipe II se enfrentó a varios conflictos para mantener la hegemonía del Imperio y defender la religión católica en Europa.
- La rivalidad con Francia acabó con la victoria española en la batalla de San Quintín (1557) y la firma de la paz de Cateau-Cambrésis (1559).
- La revuelta protestante de los Países Bajos finalizó con la separación de las provincias católicas del sur, bajo dominio español, y las protestantes del norte, independientes (1581).
- La lucha contra el Imperio turco continúo con la derrota de la armada turca en la batalla de Lepanto (1571).
- En el enfrentamiento con Inglaterra se derrotó a la Armada Invencible española por la Armada Inglesa y un enorme temporal (1588).
Batalla de San Quintín (1557)
Batalla de Lepanto (1571)
Derrota de la Armada Invencible (1588)
La política interior de Felipe II
Felipe II instauró la corte de manera permanente en Madrid (1561). Intento aislar España de las influencias extranjeras. Al ser un gran defensor del catolicismo persiguió con la Inquisición las desviaciones de la doctrina católica, que llevó a la sublevación morisca en las Alpujarras en 1568, que fue sofocada por las tropas del rey tres años después.
El inicio de la crisis económica
La agricultura española era poco productiva, la ganadería era potente, pero se destinaba a la exportación porque la industria estaba muy poco desarrollada y el oro y la plata que llegaba de América se gastaba en comprar productos europeos. A mediados del siglo XVI empezó la crisis económica, que terminó con la bancarrota de la Hacienda.
El Renacimiento en España
Las relaciones de la monarquía hispánica los reyes italianos comentaron expansión del Renacimiento en España.
- Arquitectura: las nuevas tendencias renacentistas se mezclaron con los estilos mudéjar y gótico. El gótico siguió dominando en las construcciones de la Iglesia. En los edificios renacentistas se pueden diferenciar tres subestilos: el plateresco, el purista y el herreriano.
- Plateresco: primer tercio del siglo XVI. Se denominó así por el parecido con la decoración que adornaba las fachadas de los edificios con el trabajo de plateros y orfebres. Cabe destacar Salamanca.
Purista: segundo tercio del siglo XVI. Simplificación de la arquitectura por una mayor preocupación por los elementos espaciales estructuras y proporciones y la eliminación progresiva de la decoración.
Herreriano: último tercio del siglo XVI. Es una arquitectura más sobria y geométrica, que destaca por su simplicidad y su austeridad. No tiene elementos decorativos. Posee un carácter monumental.
- Escultura: caben destacar las imágenes religiosas trabajadas en madera policroma y los sepulcros de piedra y mármol.
- Pintura: caben destacar las obras de temática religiosa.
Arquitectura
Escultura
Pintura
La Europa del siglo XVII
Europa dividida y enfrentada
Las guerras por motivos religiosos, dinásticos o territoriales fueron frecuentes durante el siglo XVII. Destacamos la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que marcó el cambio de hegemonía. Se inició como un enfrentamiento religioso y político, pero rápidamente se convirtió en una gran guerra en la que participaron las principales potencias y que asoló Europa con mortalidad hambre y miseria. Tras algunos éxitos iniciales, los Habsburgo fueron derrotados y aceptaron la Paz de Westfalia (1648), aunque continuó el enfrentamiento franco-español hasta la firma del Tratado de los Pirineos (1659).
Las consecuencias de la guerra de los Treinta Años
La guerra de los Treinta Años tuvo grandes consecuencias que agrupamos en:
- Consecuencias territoriales: algunos países tuvieron grandes ganancias territoriales y las Provincias Unidas de los Países Bajos y Suiza se independizaron.
- Consecuencias políticas: se produjo el hundimiento internacional de la casa de los Habsburgo con la pérdida de la hegemonía española y el debilitamiento del papel del emperador germánico. Francia ascendió a la gran potencia europea. También se propusieron mantener el equilibrio europeo, por lo que en la segunda mitad del siglo XVII hubo conflictos para evitar que Francia rompiera este equilibrio.
- Consecuencias religiosas: Fernando II reconoció la libertad religiosa de los numerosos estados del Imperio Germánico, por lo que se acabaron los conflictos político-religiosos.
La monarquía absoluta
Muchos monarcas europeos aumentaron su poder y las monarquías autoritarias se fueron transformando en las absolutas. Se basaban en:
- Derecho divino: los monarcas eran considerados representantes de Dios, por lo que no debían justificar sus decisiones.
- Centralismo: los reyes concentraban todos los poderes en su persona.
Burocracia: los reyes eran auxiliados por ministros, consejeros y secretarios que dirigían a un número de funcionarios.
Uno de los ejemplos más representativos lo encontramos en Francia en Luis XIV, conocido como el rey Sol. Este rey creía que su autoridad provenía directamente de Dios, por lo que solo debía justificar sus decisiones ante Él. Luis XIV ejerció un gobierno directo porque centralizó en su persona todas las decisiones y asumió todos los poderes. Además, se dotó de funcionarios fieles.
El parlamentarismo
Aunque el absolutismo se extendió a muchas monarquías europeas, en algunos países se consolidó el poder del Parlamento y se debilitó el del monarca. Esto es lo que conocemos como parlamentarismo.
El ejemplo más importante es el de Inglaterra. El Parlamento inglés afianzó su poder frente al rey e incluso consiguió derrocar a Carlos I después de una guerra civil. Una significativa muestra del poder tuvo lugar en el año 1679, cuando el Parlamento impuso al rey Carlos II la ley de habeas corpus, que puso fin a las detenciones arbitrarias porque se obligaba a los acusados a ser detenidos ante un tribunal. En 1688, Jacobo II intentó imitar el absolutismo de Luis XIV, pero el Parlamento reaccionó destronándolo y coronando a su hija María como reina. El nuevo monarca, marido de María, llamado Guillermo de Orange, confirmó legalmente la supremacía del Parlamento, comprometiéndose a respetar la Declaración de Derechos y se estableció una monarquía parlamentaria.
Las monarquías autoritarias, las monarquías absolutas y el parlamentarismo
Los Austrias Menores
En el siglo XVI, Carlos I y Felipe II había gobernado con notable eficacia. Sin embargo, durante el siglo XVII, se sucedieron en el trono hispánico Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700), conocidos como los Austrias menores, que tenían una personalidad débil y delegaron el gobierno en validos como el duque de Lerma o el conde-duque de Olivares.
La decadencia de la monarquía
La monarquía hispánica era un estado complejo y diverso que tenía diferentes territorios con diferentes leyes e instituciones y lenguas distintas, lo que impidió un gobierno absolutista. El duque de Lerma valido de Felipe III, promovió una política pacificadora en Flandes (Tregua de los Doce Años, 1609), para enfrentarse a la crisis económica española. Sin embargo, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, intentó restaurar la hegemonía hispánica con la Unión de Armas (1626), un proyecto unificador por el que los diversos reinos debían aportar soldados y pagar más impuestos. El conde-duque de Olivares quiso transformar un imperio formado por varios reinos en un único Estado con las mismas leyes e instituciones. Esto provocó sublevaciones anticentralistas en Cataluña y Portugal en 1640 y, después, la crisis se extendió a Nápoles, Aragón y Andalucía.
El gobierno de los validos
En el siglo XVII, los monarcas realizaron una delegación de poderes en personas de su confianza conocidas como válidos. Eran altos aristócratas cortesanos cercanos al rey. Sin embargo, utilizaban ese poder en beneficio propio y eran corruptos. Además, en esta época, las Cortes perdieron poder pues apenas fueron convocadas para evitar su oposición a las políticas aplicadas. Felipe III tuvo al duque de Lerma y a su hijo, el duque de Uceda. Felipe IV tuvo a Gaspar de Guzmán, el conde-duque de Olivares.
El Siglo de Oro español
Aunque la monarquía hispánica estaba en decadencia, el siglo XVII fue un gran periodo de esplendor literario y artístico, por lo que se conoce como Siglo de Oro. La literatura y el arte reflejan el poder y las ideas de la Iglesia y de la monarquía absoluta y, a la vez, la realidad social de la época. En la literatura se popularizó la novela, sobre todo la picaresca, como manera de retratar la realidad. Destacamos a Miguel de Cervantes y a Francisco de Quevedo, que compitió con Luis de Góngora. Además, el teatro se convirtió en el espectáculo de masas del periodo, con autores populares y destacados como Félix Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca.
El Barroco europeo
Los artistas del Barroco no aportaron grandes innovaciones técnicas, pero rompieron con los cánones Renacentistas de las proporciones, la medida y el equilibrio. Buscaban el exceso y la teatralidad para impresionar y conmover. Se empleaba la combinación de movimientos y luces, con curvas y formas ondulantes, con juegos de luces y sombras.
- Escultura: predominaron los temas religiosos, aunque también se desarrolla el mitológico, el funerario y los retratos. Se emplean expresiones dinámicas con escorzos, los contrastes entre luces y sombras y hay una tendencia al movimiento.
- Arquitectura: alternancia de paredes rectas y curvas, plantas elípticas, ovales y de formas geométricas complicadas, gran riqueza decorativa, integración de pinturas y esculturas y el predominio de la curva sobre la recta, llegando incluso a retorcer las columnas (columnas salomónicas).
- Pintura: composiciones asimétricas de gran realismo, con temática variada, óleo sobre lienzo y el fresco. Efectos luminosos abundantes.
Escultura
Arquitectura
Pintura
La incredulidad de Santo Tomás de Caravaggio.
El Barroco en España
El Barroco tuvo un enorme desarrollo en España e Iberoamérica durante el siglo XVII. Las
principales características son:
- Pintura: género religioso, realismo y tenebrismo en la primera mitad del siglo XVII, dinamismo y colorismo en la segunda mitad del siglo.
Escultura: temática religiosa, gran expresividad, pasos procesionales y se usa la madera como talla policroma.
Arquitectura: edificios religiosos y civiles, fachadas de los edificios sobrecargadas, materiales pobres, desarrollo más tardío por la pervivencia del arte herreriano renacentista, evolución en tres periodos: de sobriedad, de gran decorativismo y de exuberancia decorativa (churrigueresco).