
LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA 1979-2018
La más larga etapa de estabilidad de la Historia de España
©Guadalupe Rodríguez Iglesias
Crisis de UCD y dimisión de Suárez
A partir de las elecciones generales y municipales de 1979 el consenso que había presidido la vida política, se dejó para las cuestiones fundamentales, mientras el enfrentamiento gobierno-oposición guiaba la acción parlamentaria: el PSOE, que esperaba mejores resultados electorales, asumió una actitud de dureza, y también el PCE se distanció más del Gobierno. Pero el principal problema le vendría a Suárez de su propio partido, en el que los diferentes grupos, con constantes críticas y divisiones fueron minando al Presidente y al propio partido. Tampoco fue pequeña la oposición de una parte del ejército, identificada con las ideas más ultraconservadoras y nostálgica del franquismo, espoleada por las reformas del gobierno y, sobre todo, por la violencia terrorista.
Aunque la negociación permitiría sacar adelante algunas de las numerosas leyes orgánicas previstas en la Constitución: la del Tribunal Constitucional, la del Consejo General del Poder Judicial, la de Libertad religiosa, la de financiación de las Comunidades Autónomas, y el Estatuto de los Trabajadores, así como la aprobación consensuada de los Estatutos de autonomía vasco y catalán, el deterioro político era evidente y la presión del PSOE insoportable.
El desgaste de Suárez y su gobierno se acentuaría aún más con la moción de censura presentada por el PSOE en mayo de 1980 que, si bien no logró su finalidad última —derribar al gobierno de UCD—, sí demostró la capacidad de Felipe González para afrontar un relevo en el gobierno. El fracaso de leyes como la Ley de Reforma Universitaria, LAU, o la Ley de Centros docentes no universitarios, además de la derrota de la UCD en las primeras elecciones vascas y luego en las catalanas, colmaron el vaso de la resistencia del presidente del gobierno.
El 29 de enero de 1981 el presidente Suárez, agotado y hastiado de las tensiones y del acoso y derribo a que estaba sometido, anunciaba en televisión su dimisión. Pero la crisis política no sería fácil de cerrar: el Rey, tras las pertinentes consultas, designó a Leopoldo Calvo Sotelo candidato a la presidencia del Gobierno.
El 23 F, golpe a la democracia
Durante la votación de investidura de Calvo Sotelo del día 20 de febrero —como se preveía— no obtuvo mayoría absoluta para ser investido, siendo convocada la segunda votación para el lunes, día 23, momento que aprovecharían quienes llevaban tiempo preparando un golpe militar involucionista.
Este vídeo es el documento completo del momento en que Tejero irrumpe en el congreso de los diputados
Durante los años de la transición, pero especialmente desde los últimos meses de 1980, el ambiente en los cuarteles era de crispación y de dura crítica al Gobierno: los franquistas, muchos procedentes de la guerra civil, no habían asimilado los cambios, y la prensa ultraderechista (El Alcázar, El Imparcial, y algunas revistas militares) les jaleaban llamando abiertamente al golpe de estado. Además, la opinión exaltada de sus partidarios no encontraba contrapartida, pues si bien la mayoría de los oficiales y jefes era conservadora y veía alarmada la escalada terrorista, no era golpista, pero como tampoco denunciaba la situación interna ni salía al paso de los golpistas, parecía que éstos tenían un respaldo abrumador.
Como Pavía en 1874, la tarde del 23 de febrero de 1981, en plena votación nominal, Tejero y sus guardias civiles tomaban al asalto el Congreso, amedrentaban a tiros a los diputados y zarandeaban al general Gutiérrez Mellado cuando quiso imponer su autoridad sobre los sublevados. Seguidamente, anunciaron que una autoridad, «militar, por supuesto», acudiría a la Cámara para hacerse cargo de la situación. Mientras, Milans del Boch ponía en marcha el golpe en Valencia y publicaba un bando (calcado del emitido por Mola en 1936). El éxito del golpe se basaba en dos elementos clave: la ocupación de Madrid por la División Acorazada Brúñete, y el supuesto respaldo del Rey.
De madrugada, el Rey se dirigió al país, dejando clara la posición de la Corona a favor del orden constitucional. A partir de entonces el golpe se derrumbó y por la mañana los diputados salían del Congreso mientras los golpistas eran arrestados.
Una visión "a posteriori"
Los tanque por las calles de Valencia
El principio del fin
El golpe termina
El epílogo de la UCD: Gobierno de Calvo Sotelo
La España de Felipe González 1982-1996
Tras el verano de 1982, Calvo Sotelo decidió, ante el desmoronamiento de UCD, adelantar las elecciones legislativas, que se celebrarán el 28 de Octubre de 1982. El PSOE, al que todas las encuestas daban como claro vencedor, con sus promesas de cambio, obtuvo la mayoría absoluta, con casi un 50% de los votos emitidos, 202 diputados. El PCE en crisis se quedó con 4 diputados, y UCD sólo conservó una docena de escaños. Coalición Popular —formada bajo el liderazgo de Manuel Fraga por Alianza Popular, Partido Demócrata Popular y Unión Liberal— quedó como la segunda fuerza política con 106 escaños. Por su parte, los nacionalistas vascos y catalanes mantenían, más o menos, sus anteriores posiciones electorales.
Con pragmatismo y moderación, y sin romper el entendimiento con los tradicionales poderes económicos e institucionales (banca, Iglesia, Ejército,...) el primer gobierno enteramente socialista en la historia de España, decidió afrontar los graves problemas que el país padecía y se propuso conseguir su modernización a través de una serie combinada de medidas liberales y socialdemócratas.
Evolución económica de la etapa socialista
Reajustes financieros y reconversión industrial 1982-86
El PSOE hubo de afrontar al llegar al poder las consecuencias tanto de la segunda crisis del petróleo (1979) como de los sucesivos aplazamientos del saneamiento económico por las difíciles circunstancias políticas de la transición: el paro no dejaba de crecer (13% en 1982), la inflación era de un 14% y el crecimiento del PIB era muy bajo. El ministro de economía, Miguel Boyer, estableció lo que se llamó el plan de ajuste, eufemismo de un auténtico plan de estabilización: fuerte alza de tipos de interés, devaluación de la peseta y restricciones monetarias. Paralelamente, adoptó las primeras medidas de saneamiento del sector financiero, en aguda crisis, inyectando dinero público.
También se inició un proceso de reconversión industrial, atenuado en parte mediante inversiones públicas en las zonas afectadas, sobre todo en las regiones levantina y cantábrica. Los sindicatos y la patronal siguieron colaborando con un pacto social que en los primeros años de gobierno socialista garantizó una estabilidad social considerable.
Expansión económica 1986-1991
Las circunstancias restrictivas terminaron hacia 1986 con el inicio de un quinquenio de expansión económica internacional, que en el caso de España coincidía con una entrada masiva de inversiones y de divisas. El crecimiento económico, con índices que recordaban los de la década de los sesenta, permitió aumentar las rentas laborales al tiempo que generaba un número elevado de empleos. También permitió un espectacular crecimiento de los servicios educativos, sociales y sanitarios, que permitieron dar cobertura a la gran mayoría de la sociedad española: la Ley General de Sanidad y la Ley de Pensiones no Contributivas permitieron, respectivamente, el incremento del número de beneficiarios de la sanidad pública (2 millones) y de los pensionistas.
Signos de recesión 1991-96
En 1991 comenzaron a aflorar los primeros indicios de una recesión económica, si bien el optimismo siguió, alimentado en parte por la fuerte inversión que conllevaron los fastos de 1992 (Exposición Universal de Sevilla y Juegos Olímpicos de Barcelona). Pero el endeudamiento de los ochenta y los requisitos de la futura convergencia europea acordada en Maastricht en 1992 pasarían una dura factura de paro y recesión, hasta que se inicie un cambio de coyuntura, coincidente con un cambio de gobierno, ya a mediados los años noventa.
La conflictividad social, que se había iniciado en la etapa anterior , y que culminó en la mayor huelga general de la democracia, el 14 de diciembre de 1988, continuará durante estos años de contracción económica y de aumento del paro. El descontento social se generalizó y llevará a la derrota socialista de 1996.
Los grandes cambios sociales
Reformas educativas. Hacia una educación universal y gratuita
Bajo el principio de una enseñanza universal, pública y gratuita, los gobiernos del PSOE elaboraron dos grandes leyes educativas, la LODE en 1985, y la LOGSE en 1990. En el ámbito universitario de aprobó la LRU.
La mayor novedad de la LODE fue el establecimiento de conciertos con la enseñanza privada para que pudiese ofertar plazas de educación obligatoria de carácter gratuito. También obligaba a todos los centros adecuar sus proyectos educativos a los principios constitucionales, la neutralidad ideológica y el respeto a las opciones religiosas y morales.
La gran ley educativa del PSOE en estos años será la LOGSE, aprobada en el año 1990, tras años de debates y negociaciones con los distintos sectores educativos y sociales. La nueva ley nacía bajo el principio de la obligatoriedad de la escolarización hasta los 16 años y la enseñanza inclusiva, sin itinerarios formativos que marginasen o clasificasen al alumnado. Su filosofía y estructura es la que se mantiene hoy día, a pesar de los cambios producidos por las distintas leyes posteriores.
Despenalización del aborto
Sanidad universal
El compromiso con Europa
En el terreno de la política exterior, la política socialista atenuó sus postulados antiimperialistas y de neutralidad por otros más posibilistas, orientados a la negociación para la integración en la CEE (Comunidad Económica Europea) y a la confirmación de la permanencia en la OTAN, tras un polémico referéndum en el que el PSOE ahora pedía el si. El ingreso en la CEE se firmó en Madrid el 12 de junio de 1985 y entró en vigor el 1 de enero de 1986.
El ocaso del felipismo
Desde finales de los ochenta se acentúa el proceso de desgaste del PSOE, derivado en parte del cansancio que implicaba el modelo político y en parte de lo que se veía como prepotencia de los dirigentes socialistas, pero sobre todo por la aparición de algunos escándalos de corrupción ligados, de forma más o menos próxima, al partido y a sus dirigentes, algunos de los cuales tuvo que dimitir, como el vicepresidente Alfonso Guerra, mano derecha de Felipe González y principal artífice técnico de los éxitos electorales del PSOE
Viejos y nuevos escándalos (el caso Roldan, las comisiones de la construcción del AVE y la Expo. 92, los casos de financiación ilegal del PSOE, los GAL, etc.) se hacen más presentes en la vida pública de los años noventa, lo que unido a la crispación política y la pérdida de la mayoría absoluta por el PSOE en las elecciones de 1993 y a los síntomas de la recesión económica, acentúan la debilidad política de los socialistas.
La derecha en el poder. Los gobiernos de Aznar 1996-2004
En las elecciones anticipadas de marzo de 1996 el Partido Popular culminó su ascenso electoral con una mayoría relativa en las Cortes que le dio el gobierno del país, iniciando con ello una nueva etapa del periodo democrático abierto con la transición (1996-2004). En estas dos legislaturas, el líder conservador aplicó unas profundas reformas liberales de la economía que redujeron el paro, liquidaron el déficit público y aseguraron la adopción de la moneda única europea, y combatió eficazmente al terrorismo vasco. Progresivamente alejado del perfil centrista y dialogante desde que el PP ganara la mayoría absoluta en 2000 y dejara de necesitar los pactos de legislatura, en política exterior Aznar se alineó incondicionalmente con Estados Unidos a raíz del 11-S y apoyando la invasión de Irak, postura que concitó un amplio rechazo popular. Cumpliendo el compromiso de ocupar el cargo solamente durante dos legislaturas, designó como candidato a las elecciones de 2004 a Mariano Rajoy.
Objetivo, Maastrich
Hacia los Estados Unidos de Europa
El Tratado de Maastricht se firmó el 7 de febrero de 1992 y entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. Crea la Unión Europea, basándose en tres pilares:
- Las Comunidades Europeas
- Política exterior y de seguridad común
- La cooperación entre los gobiernos de la UE en el ámbito de la justicia y los asuntos de interior.
Entre sus novedades más destacadas, el Tratado:
- Sienta las bases de la unión económica y monetaria, la moneda única (el euro) y los criterios para su utilización.
- Refuerza las competencias del Parlamento europeo, e introduce el concepto ciudadanía europea.
Aunque la firma del Tratado la realizaron todos sus miembros, a la unión monetaria sólo se podrá acceder cumpliendo una serie de requisitos económicos y financieros: estabilidad en los precios, finanzas públicas sostenibles en cuanto a deuda y déficit , no haber devaluado la moneda en los últimos años y tener unos tipos de interés bajos. El esfuerzo de España para cumplir estas condiciones será titánico.
Las grandes líneas de la política económica
Reforma laboral
Estamos en el Euro
La Guerra de Irak y sus consecuencias
El trío de las Azores
Uno de los grandes lunares en el gobierno de Aznar será su alineamiento con EE.UU. y Gran Bretaña en del conflicto el Golfo Pérsico. En una política seguidista, el gobierno español compromete la política exterior española en un conflicto que desembocará en la segunda guerra de Irak, con la oposición de la mayoría de los españoles. Este camino hacia la guerra se inició en la "Cumbre de las Azores". en marzo de 2003. Pocos días después, EE.UU. comenzaba los bombardeos, en una aparente guerra relámpago, ya que Bush proclamó el final el 1 de mayo de ese mismo año, pero que, de forma soterrada, duró varios años.
Aunque España no participó directamente con tropas, el apoyo político prestado a Bush, frente a la oposición del pueblo español, le costará a Aznar la pérdida acelerada de apoyo electoral. El atentado yihadista de Madrid, el 11 de marzo de 2004, hará el resto: el PP sufrirá una derrota electoral de gran magnitud.
https://www.elmundo.es/elmundo/2003/03/17/internacional/1047886230.html
El vuelco del 14 M
Los terribles atentados cometidos el 11 de marzo de 2004 por Al Qaeda en Madrid, tres días antes de las elecciones generales, y su fulminante impacto en la orientación del voto, con el resultado inesperado de la fuerte derrota del Partido Popular (PP) y el regreso al poder del Partido Socialista el 17 de abril, pusieron colofón a los ocho años de gobierno de José María Aznar en España.
De Zapatero a Rajoy. El terremoto en la política española
Jose Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)
Mariano Rajoy (2011-18)
Pedro Sánchez (2018...)
La etapa de Zapatero 2004-2011
Las dos legislaturas de Zapatero se basaron en acuerdos con los nacionalista para poder gobernar, puesto que en ninguna de las dos consiguió la mayoría absoluta. Podemos distinguir las dos legislaturas de forma clara, divididas por un hecho de alcance mundial: la quiebra de Lehman Brothers y el consiguiente crack económico mundial.
La primera legislatura se inició con la retirada de las tropas que estaban en Irak, y estuvo marcada por distintas medidas de profundo calado:
- Anulación de buena parte de la legislación del PP: LOCE, legislación laboral y ley del aborto
- Reforma de los estatutos de autonomía, dentro de la dinámica iniciada con el apoyo a la reforma del Estatuto de Cataluña
- Ambiciosa legislación de carácter social: Ley de dependencia, Ley de matrimonios del mismo sexo y reforma de la Ley del aborto
- Negociación con el entorno de ETA, en un intento de conseguir su disolución
- Ley de Memoria histórica
La segunda legislatura estará marcada por la crisis económica y los fracasados intentos para hacerle frente (Plan E), que lo que provocaron fue un aumento aún mayor del endeudamiento, descenso del PIB y subida impresionante del paro. Las duras condiciones de austeridad que impone Europa para no intervenir en España, llevarán a Zapatero a realizar durísimos recortes como la bajada de un 7% del sueldo a los funcionarios o la congelación de las pensiones.
La reacción social no se hace esperar y, en mayo de 2011, estalla en toda España el movimiento del 11M, que convenientemente aprovechado por algunos grupos políticos, desembocará en el fin del bipartidismo en España.
Los gobiernos de Rajoy. De las duras reformas económicas a la recuperación (2011-2018)
Ante la situación de profunda crisis económica y la evidencia de la posible intervención de la Unión europea, el gobierno del PP centrará toda su actividad en realizar las reformas económicas necesarias para evitar el rescate. Una dura política de recortes, que afectaron al estado de bienestar: sanidad, educación y políticas sociales; lo que provocó una oleada de protestas, promovida por sindicatos y partidos de izquierda.
Al malestar por las reformas se unió el estallido de graves casos de corrupción, especialmente en el PP, pero también en el PSOE andaluz y en el nacionalismo catalán.
En 2014, y tras meses de soportar una situación muy delicada, por su estado de salud y por las consecuencias del "asunto Botswana, Juan Carlos I decide abdicar en su hijo Felipe de Borbón, que será proclamado rey el 19 de Junio.
Entre 2014 y 2018, la situación política y económica española caminan por sendas distintas. Mientras la economía mejora y el paro se reduce considerablemente, la brecha social aumenta y las protestas por las medidas económicas (recortes y reforma laboral) aumentan. Por otro lado, el problema nacionalista en Cataluña se agrava, con el paso del gobierno de la Generalitat hacia el soberanismo, alentando un referendum de autodeterminación.
Esta situación de inestabilidad política y de descontento social se materializó en la aparición de nuevas fuerzas políticas, en las elecciones autonómicas y generales de 2015, poniendo fin al bipartidismo político.
El 31 de mayo se planteó en el congreso una moción de censura contra Mariano Rajoy, moción que triunfará el 1 de Junio, por lo que Rajoy presentará su dimisión al rey, quien nombrará presidente del gobierno a Pedro Sánchez.